Al caer la noche en la ciudad, gran parte de las personas regresan a sus
hogares. Pero ellos NO; siguen a su
suerte por esta gran ciudad, donde son maltratados, despreciados, y muy de vez
en cuando reciben caricias de un peatón.
Ya sean pequeños cachorros o más adultos, permanecen en condiciones que no
son justas para un ser vivo. Vagabundos que buscan cariño y contención. Esperan
ansiosos el momento de vivir ese sentimiento recíproco de amistad entre el
hombre y el animal.
Durante el día nadie los mira, o
son muy pocos los que voltean a observarlos. Peor aún, son pocas las
personas que ven un futuro en su
existir. En este infierno de cemento, sólo algunos ponen lo mejor de sí para que ellos puedan
tener un lugar. Cuidándolos por un tiempo hasta que logran encontrarles su
lugar.
En un mundo, donde poco nos preocupamos por nuestro semejantes, y mucho
menos por nuestro animales. Aún hay personas de buen corazón que luchan por
ellos. Pero a pesar de sus esfuerzos, no
logran disminuir las cifras de perros abandonados, debido en gran parte a la
ausencia de políticas por parte del municipio, que no contribuye con soluciones
efectivas o por su lentitud para accionar y por otro lado, a causa de la
ausencia de moral, por parte de mucho, quiénes ven a los perros como un juguete
desechable.
En la presente edición daremos a
conocer algunas de esas
agrupaciones, que no se han olvidado de los mejores amigos del hombre.
Asociaciones protectoras que trabajan por conseguir su bienestar.
Mostraremos cómo fueron avanzando y ganando territorio en busca de una
solución a esta problemática. Desarrollaremos algunos puntos que plantean acerca del apoyo estatal y los obstáculos que se interpusieron en su
desarrollo.
La problemática de los perros callejeros es una situación que DEBERÍA
ser parte del debate ciudadano más de seguido.
Animales sueltos y en condiciones
deteriorables, no sólo deben ser mirados como riesgosos para la salud humana
(que pareciera es el único motivo por lo que este hecho tiene algo de cabida en
la agenda oficial), sino que también debe verse como un acto inhumano.
Los perros, son animales
domésticos, sin instinto de supervivencia salvaje. NECESITAN DE NUESTROS
CUIDADOS, ATENCIÓN Y CARIÑO.
Fieles, compañeros y guardianes. Ellos, con sus colitas inquietas y lengüetazo repentino nos demuestran su amor incondicional. Acaso… ¿No deberíamos hacer lo mismo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario